Madre Clarita – Su Obra
Lo grande de esta mujer es que – abandonada por su esposo – se inclina por su Dios, que es Amor, por su Hijo Jesucristo presente en la tierra en la Eucaristía, el Sacramento del Amor, y por la Madre de Jesús bajo la tierna advocación de los Dolores, que secaría sus lágrimas, y del Carmen, la Madre que la recibe el día de su Bautismo.
Es su gran acierto volver a encontrar el AMOR con mayúsculas, en Dios y en su Madre, en recompensa de otros muy tiernos y humanos para una mujer, nacida para ser amada.
En 1873 se alista a la Cofradía del Carmen; en 1887 toma el hábito de la Tercera Orden; en 1889 profesa como Hermana y es la única que emite la profesión Carmelitana de entre los centenares de Hermanas y Hermanos que se citan en el catálogo de la Asociación, lo cual descubre la altura de sus ideales y la seriedad de su incorporación a la Tercera Orden, asumida radicalmente. Su futuro Carmelitano se proyecta en el horizonte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario